¿Somos conscientes de que cada ser humano genera más de 500 kg de residuos al año?
Este es sólo uno de los muchos datos interesantes que sostienen el sólido argumento de que son urgentes mejores y más funcionales medidas de tratamiento de residuos si no queremos seguir diezmando el medio ambiente y nuestro planeta hasta límites insostenibles.
¿Cómo luchar, por tanto, contra tanto desperdicio generado por los seres vivos que colmamos este mundo?
Afortunadamente, hay asociaciones, organizaciones y empresas empeñadas en mitigar los efectos contaminantes de los residuos.
Existen infinidad de métodos.
Productos basados en la economía circular
Uno de ellos, generar una serie de productos creativos e innovadores en los que el residuo sea el protagonista. Productos basados en la economía circular.
Y es ahí donde aparecen los posos de café para hacer posible el autocultivo de setas en nuestro hogar. Ya lo decía el biólogo francés Antoine Lavoisier: “La materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma…” Transformar los residuos en energía vital para otros seres.
Como ocurre con los posos de café, uno de los elementos más cultivados del mundo y que demuestra ser ideal por su composición para el cultivo de setas, en concreto de la seta ostra, otro de los hongos comestibles más globalmente consumido.
Y es que, contrariamente a lo que la mayoría de población piensa, los residuos no son simplemente aquello que le sobra a algo y no tienen utilidad en absoluto. No. La naturaleza, sabia en su comportamiento, se basa en un principio: los residuos no existen.
Siempre vamos a encontrar un organismo, por pequeño que sea, que juegue un papel fundamental (transmisión de nutrientes) en la cadena alimenticia entre las distintas especies vivas que colman nuestro planeta.
Eficiencia interrelacionada en forma de energía.
Buscar esa eficiencia en nuestro consumo diario y en los procesos de producción en los que intervengamos es el principal objetivo de estas colectividades que luchan por la sostenibilidad del planeta a través de sus ingeniosos modelos de negocio.
Una de estas empresas es Resetea, empresa gallega especializada en regalos naturales, sostenibles y ecológicos.
En definitiva, acciones y proyectos medioambientales que tratan de devolver a la tierra parte de la vida que le hemos arrebatado por una exacerbada actividad constructiva e industrial.
Producción de hongos
Los hongos no siempre tuvieron buena fama. En sentido estricto, llevan años ya superando los estigmas y alimentado la curiosidad de aficionados al monte, a la naturaleza y el bueno comer.
España es país puntero en la producción de hongos en toda Europa.
Por lo tanto, es uno de los estados que ha de lidiar con el desafío de gestionar eficientemente los miles de kilos de residuos que se generan en los procesos de recolección, producción y distribución de las diferentes variedades de hongos y setas que se comercializan.
Por cada kilo de hongos que se obtiene, 5 kilos de sustrato residual son generados. Una barbaridad.
Sabiendo entonces las ingentes cantidades de posos de café que se consumen y generan en España, los chicos de Resetea pensaron en utilizarlos para el cultivo del hongo comestible más afamado: las setas.
Siempre con la idea en mente de cerrar el círculo reutilizando el sustrato, una vez obtenidas las cosechas de setas, como abono para otros cultivos sin suelo que se favorecen de esta forma de los nutrientes de estos residuos.
Porque el empleo de residuos orgánicos en procesos de cultivo y su posterior reutilización como abono, sirve, principalmente, a dos propósitos medioambientales:
- Reducir el volumen de residuos acumulados tanto en procesos naturales como industriales.
- Nutrir a la tierra (sobreexplotada y erosionada) de materia orgánica rica en nutrientes y reducir el uso de fertilizantes sintéticos.
Los posos del café como sustrato
El café es uno de los cultivos más extendidos en el mundo y su consumo es masivo.
Lo que no se conoce es que en cada taza de café sólo está presente el 0,2% de los nutrientes de este fruto, el resto 99,8 % acaba en nuestros vertederos, ocupando muchísimo espacio y sobre todo, emitiendo gran cantidad de gases de efecto invernadero en su proceso de descomposición.
La idea de emplear los posos del café como sustrato para el autocultivo de setas proviene del anterior uso de la cascarilla que recubre el grano de café para el mismo fin. Ya lo trabajó con éxito un micólogo suizo en su afán de promover el cultivo natural y doméstico con diferentes residuos orgánicos.
¿Por qué no iba a funcionar ahora con los propios posos del café?
Y como ya se ha comentado, tras su uso como sustrato, el residuo de los posos del café se reutiliza como abono para plantas.
Y es que tan solo en España se generan anualmente más de 200.000 toneladas de este residuo que ocupa muchísimo espacio en vertederos y emite grandes cantidades de metano a la atmósfera. De esta forma, podemos contribuir a fomentar una economía circular que es positiva desde todos los puntos de vista, medioambiental, natural y económico.
Seta ostra
Existen miles y miles de especies de setas, aunque poco menos de mil son comestibles. La investigación de los últimos años ha demostrado que muchas de estas especies crecen igual de bien sobre posos de café que en el monte.
¡Y sin necesidad de esperar al otoño y a las lluvias! Fácilmente en nuestra cocina o en el salón, los posos de café sembrados con micelio (filamentos subterráneos que nutren el hongo) permiten la obtención de mínimo 3 cosechas de 700 gramos de seta ostra en 21 días.
La seta ostra es, por ahora, la que mejor se adapta al poso del café ya que es muy resistente. Es fácil de identificar porque crece y se forma con un sombrero que inmediatamente nos hace acordarnos de otro, el del bivalvo, que podemos encontrar en los tallos de los sauces.
Otras variedades de setas, como míscaros o boletus no se adaptan igual y con esta técnica de autocultivo con posos de café sembrados con micelio, no se consiguen cosechas aprovechables.
Resetea, empresa responsable
La comercialización de kits autocultivo de setas ostra para uso doméstico la desarrolla con éxito desde hace 7 años la empresa gallega, Resetea. Lo hicieron tras ganar el XII Concurso de Ideas Empresariales Innovadoras de la Universidad de Santiago de Compostela en el año 2011.
Tras tal reconocimiento, comenzaron los muchos tests con los posos de café que obtenían de las cafeterías ubicadas en su zona de influencia en Vigo, hasta por fin, conseguir alcanzar un cultivo estable y homogéneo.
El sueño de cultivar setas en casa se hacía posible.
Con la actividad simultánea que genera Resetea, más de 50 toneladas de posos de café hasta ahora se han reciclado dándoles un uso ecológico provechoso y oxigenante.
No fue fácil, no obstante, llegar a perfeccionar la técnica de esterilización de los posos del café en su simbiosis con el hongo. La razón era que siempre aparecían otros organismos que le ganaban la partida a la seta ostra.
El problema quedó resuelto controlando los niveles de temperatura y humedad del residuo.
Las empresas del siglo XXI, grandes o pequeñas, juegan un papel determinante en el devenir de la sociedad como tal, y en el tratamiento y cuidado medioambiental que le demos al planeta, que está maltratado y en serio peligro. Las empresas comprometidas con la sostenibilidad y medio ambiente deben aportar valor a la sociedad. Es lo que hacen en Resetea con sus productos y su impacto positivo en nuestro entorno y sociedad.
Conclusión
Los residuos son una gran amenaza medioambiental para el planeta, y como sociedad, estamos en la obligación de buscar alternativas para minimizar su impacto, por ejemplo, relacionándonos de forma muy diferente con ellos y mejorar, por ende, nuestros hábitos de vida.
Es urgente un replanteamiento ideológico de lo que es el residuo y de su papel en nuestros hogares.
Con iniciativas y proyectos sostenibles y ecológicos como la utilización de posos de café para el cultivo de setas, no sólo se consiguen estos propósitos que comentamos, sino que se realiza una labor didáctica a adultos y jóvenes sobre el proceso natural de los hongos, su ciclo de vida y el maravilloso mundo del reciclaje.
Soy Carolina. Cursé estudios de el Grado en Ingeniería Agrícola por la Universidad de La Rioja.
Desde siempre, me ha gustado redactar, editar y publicar información relacionada con el medio ambiente, la agricultura, la jardinería y el cultivo de frutas y hortalizas.
En Sembrar100 puedo llevar a cabo esta tarea, y la verdad: ¡Me encanta!
Mi labor como editora jefe me lleva bastante trabajo, puesto que además de redactar, debo revisar y corregir fuentes bibliográficas, así como posibles erratas que podamos cometer.
Espero que la información que aquí ofrecemos te guste 🙂
