¿Cada Cuánto y Cómo Regar mi Aloe Vera?

El aloe vera representa una de las plantas mejor valoradas del mundo por sus propiedades curativas.

De hecho, aunque se conoce en muchas culturas como una planta milagrosa, en general suele dársele el nombre de sábila.

El aloe vera es muy fácil de cuidar y prospera en casi cualquier ambiente, por eso a veces es posible dejar de lado temas tan importantes como el riego.

Que eso no te pase a ti, ponte cómodo y vamos a revisar en este post todos los datos que tienes que considerar para el riego de tu aloe vera.

¿Qué necesidades de riego tiene el aloe vera?

Las necesidades de riego del aloe vera son casi mínimas porque es una planta que va mejor en condiciones de sequía que de excesiva humedad. Es por ello que el momento exacto para aplicar un nuevo riego debe ser cuando el entorno donde está sembrada la planta se encuentra ya seco.

Considera que si hay tiempo de lluvia no hará falta que riegues y, si las lluvias son muy abundantes, mejor coloca tu aloe vera en un lugar seco.

¿Cómo podemos detectar la falta de riego en el aloe vera?

Aunque es posible que en un primer momento te genere preocupación, la falta de riego en el aloe vera es un tema que podrás contrarrestar con facilidad.

Los síntomas de que se siente seca las notarás en las hojas, las cuales podrían arrugarse o volverse amarillentas, incluso marrones.

Además de eso, las hojas de un aloe vera sana se notan abiertas y apuntando hacia arriba. Cuando no tiene humedad suficiente, se cerrarán.

En caso de que este problema te suceda, solo tienes que aplicar un riego profundo por una única vez y mantener la frecuencia de riego recomendada después. Este riego lo harás sumergiendo la base de la planta en un contenedor con agua por unos 10 minutos para que el agua alcance todas las raíces y se rehidrate.

¿Cada cuánto debemos regar el aloe vera?

Esto, por supuesto, traerá como consecuencia que los riegos sean más frecuentes que si se aplicara un riego con mucha cantidad de agua. En torno al tema climático, hay que considerar que el otoño y el invierno representan épocas frías donde la evaporación es muy baja.

Por lo tanto, en este tiempo es muy probable que las necesidades de riego de tu aloe vera sea de apenas una vez al mes. Esta frecuencia la tendrás que incrementar a dos mensuales en primavera, hasta llegar a una vez por semana durante el verano.

¿Cuál es la mejor forma de regar el aloe vera?

El goteo es la forma más efectiva y segura de aplicar los riegos al aloe vera sin riesgos de encharcar. Puedes instalar un kit básico, que tiene un precio muy accesible, o aplicar mediante una regadera de jardinería si tienes pocos ejemplares.

¿Cómo detectamos exceso de agua en el aloe vera?

Toma en cuenta que el exceso de riego da oportunidad de que se alojen distintos tipos de hongos, por lo que podría causar hasta la muerte de la planta. Para ayudar a que la misma se recupere de este estado, tendrás que sacarla del lugar donde está plantada, liberar las raíces de la tierra húmeda y volver a plantar.

De esta forma, la colocarás en un ambiente con mejores condiciones. Después de esto, asegúrate de dejar que pase un tiempo antes de volver a regar. El uso de un agua que esté purificada es algo que el aloe vera agradece mucho porque los niveles altos de alcalinidad le afectan.

Y, como la idea es darle todas las condiciones para que esté feliz y prospere idealmente, es poca exigencia para todos los beneficios que te ofrecerá. Todos los hogares deberían tener una planta de sábila y tú eres afortunado si la tienes, así que no dejes de lado el riego del aloe vera.