Cuando pensamos en arboles majestuosos, de seguro te pasa por la mente la imponencia que solo es capaz de mostrar un roble.
Los robles cuyo nombre científico de esta familia de plantas es Quercus (y de los cuales hay varios tipos) nunca pasan desapercibidos.
Tienen una media de vida de 200 años y se sabe de ejemplares con hasta 1600 años que seguramente han llegado hasta allí gracias a buenos cuidados.
Vamos a adentrarnos en explicar sobre la importante labor de abonar nuestros robles, ya que así seremos victoriosos en el camino del cuidado de robles.
¿Por qué es importante abonar los robles?
Es interesante abonar robles dada las características de estos árboles. Tengamos presente que los robles tienen por naturaleza un crecimiento muy lento. Este lento crecimiento nos resulta paradójico dado la gran longevidad de los mismos, por lo que es valioso cualquier aporte que en materia nutricional seas capaz de darle.
No es tanto por acelerar su crecimiento, sino por ayudarle a que cree estructuras más sólidas que le ayuden a soportar lo que será en el futuro. Esto es, dotarlo de resistencia para hacer frente a posibles plagas o enfermedades, desarrollar raíces fuertes que se expandan lo necesario, entre otros.
Pero además, los robles suelen podarse con dureza durante sus primeros años de vida para ayudarles en la forma y la distribución de ramas. Por ende, hace falta que cuenten con nutrientes para que esas heridas sanen y puedan desarrollar nuevas ramas más fortalecidas.
¿Cada cuánto debemos abonar los robles?
Los robles se abonan durante los períodos cálidos del año (primavera y verano) a razón de un abonado mensual.
Esto lo tienes que aplicar desde su juventud hasta que se establezca como un árbol adulto.
Después, ya podrías aplicar una abonado profundo 2 veces al año y será más que suficiente porque sus raíces estarán en capacidad de conseguir nutrientes con facilidad.
No es recomendable abonar durante los meses de otoño e invierno porque son épocas donde los árboles no estarán en capacidad de absorber los nutrientes. En este punto también hay que tomar mucho en cuenta si tienes el roble sembrado en maceta, estilo bonsái.
En ese caso, deberás trabajar de forma excepcional el abonado porque los bonsáis tienen un comportamiento distinto a los árboles en sus condiciones naturales.
¿Qué nutrientes necesitan los robles?
Las exigencias del roble se orientan, sobre todo, al nitrógeno (N) que será el elemento que le permitirá desarrollar sus partes verdes sin complicaciones. El nitrógeno tiene la misión de ayudar en la formación de las ramificaciones y del follaje, potenciando una estructura más firme y frondosa.
El potasio (K) y el fósforo (P) por su parte, tendrán la misión de apoyar en el fortalecimiento de las raíces y del tronco. El resto de micronutrientes tendrán como misión apoyar en la formación de savia, el proceso de fotosíntesis, la creación de clorofila, entre otros.
Por ende, hay que cuidar que los mismos estén presentes en las dosis correctas para que todo marche como debe ser.
¿Qué tipo de abonos necesitan los robles?
Los robles aceptan de maravilla el ser abonados con abonos orgánicos, sean estos comprados en tienda o de fabricación casera. El materia orgánica como el estiércol, el compost, el humus de lombriz y el guano están entre sus favoritos y merece mucho la pena aprovecharlos.
Estos abonos ofrecen las ventajas de que estimulan la formación del árbol, al mismo tiempo que contribuyen al mejoramiento del suelo. Los abonos orgánicos de venta comercial los puedes encontrar bajo la fórmula de NPK, ya sea en versión líquida o en forma sólida.
Identifica por medio de la etiqueta que vengan enriquecidos con micronutrientes para asegurar que sean útiles para tu roble.
¿Cómo preparamos abono para los robles?
La preparación dependerá mucho del tipo de abono que vayas a utilizar. Veamos cada uno de ellos:
- Abono orgánico de fabricación casera: estos son abonos que trabajarás de forma directa en el suelo, enterrándolo de preferencia para que se compacte con el sustrato. Lo mejor es que los aplique en una zona cercana al árbol, pero no justo encima de él para no dañar las raíces. La cantidad de abono a aplicar tendrás que medirla en función a la edad del ejemplar.
- Abonos líquidos: son los más fáciles de aplicar porque solo requieren que diluyas la cantidad de líquido que te indique el fabricante en cierta cantidad de agua y que lo suministres como agua de riego. De hecho, es el método por medio del cual se le hace más fácil a los árboles aprovechar los nutrientes.
- Abonos sólidos NPK: generalmente los venden en forma de gránulos que esparcirás sobre el entorno del árbol que esté bajo sombra. Las cantidades las debes respetar según lo que indique el fabricante porque es muy fácil excederse con ellos. Después de aplicar, tendrás que regar de manera profunda para que los nutrientes penetren en el sustrato.
¿Cómo detectamos si los robles necesitan abono?
La lentitud en el crecimiento de un roble no es señal de que necesite más abono y eso es uno de los principales puntos que debes cuidar.
Aquí lo que tendrás que valorar es si sus partes se ven fuertes o han perdido vigorosidad, si las hojas están verdes o se ven amarillas, etc.
De hecho, valorar el color de las hojas es una gran fuente de información porque los déficits de nutrientes afectarán de distinta manera a las hojas jóvenes que a las más viejas.
En caso de que constates que el árbol tiene una falta de abono puedes trabajar con un abono mineral (de preferencia solo por ese momento) para que absorba los nutrientes con más rapidez.
El abono para robles lo tienes que llevar a cabo, por lo menos en sus primeros años de vida, para asegurar una planta con futuro prometedor. Es un trabajo que no se te volverá rutinario, por lo que es mejor que lo tengas bien definido en tu calendario para evitar sufrir complicaciones por excesos o defectos de aplicaciones.
Es casi seguro que cuando lo veas grande, imponente, sano y precioso, apenas recuerdes los días que pasaste abonándolo porque sabrás que todo valió la pena.
Referencias bibliográficas
- Presencia del roble pedunculado (Quercus robur L., Fagaceae) en la Sierra de Siruela (Badajoz, España), RR Mohedano – Folia Botanica Extremadurensis, 2014 – dialnet.unirioja.es
- Estimación de tiempo térmico para germinación y emergencia de roble (Quercus robur) en invernáculo, AM Lamas, S Maio – Agrometeoros, 2020 – seer.sct.embrapa.br
- Estudio de la simbiosis ectomicorrícica en Quercus robur L. y valoración de su influencia en la fisiología de la planta, S Hormilla – 1995 – dialnet.unirioja.es
- Injerto en serie» acelerado» de Quercus robur adulto, FC Campo, JLF Lorenzo – … de la Sociedad Española de Ciencias …, 2008 – dialnet.unirioja.es
