¿Cada Cuánto y Cómo Regar mis Buganvillas?

Las buganvillas forman parte de las plantas trepadoras con flor más espectaculares que existen y que adornan cualquier espacio sin mucho esfuerzo.

El riego de las buganvillas es un tema de cuidado si la quieres tener siempre saludable, pues aunque no es una tarea complicada, tiene su técnica.

Lo más importante es establecerla en un sustrato que tenga buen drenaje para evitar que se almacene el agua en la base y sean posibles las pudriciones.

Entonces, ¿cómo se riegan las buganvillas? ¿Cuál es la frecuencia recomendada? ¿Qué pasa si no se riegan o se hace en exceso? Todo eso lo responderemos en las siguientes líneas.

¿Qué necesidades de riego tienen las buganvillas?

Las necesidades de riego de las buganvillas se podrían considerar reducidas en comparación con algunas otras especies a las que hay que ponerle más cuidado.

En este tipo de plantas lo que más influye es la condición en la que esté la tierra, reconociendo que cuando está seca hay que actuar con riegos. Lo normal es que estos sean muy espaciados en invierno y aumenten la frecuencia en verano, pues el agua tiende a evaporar más rápido.

¿Cómo podemos detectar la falta de riego en la buganvilla?

La falta de riego o un ambiente extremadamente seco provocará que las hojas de la buganvilla se empiecen a secar.

Estas hojas secas pueden caerse en algunos casos o mantenerse marchitas adheridas a la planta dándole un feo aspecto.

La solución es promover un riego a conciencia, que penetre hasta las partes más bajas de la tierra para que las raíces accedan con facilidad.

En caso de que el problema tenga que ver con falta de humedad ambiental, cambiarla a un espacio más fresco podrá ayudar.

¿Cada cuánto debemos regar la buganvilla?

La frecuencia de riego vendrá establecida, sobre todo, por la época del año en la que estés y la temperatura que se registre. En el invierno, como hace menos calor, es innecesario regar con demasiada frecuencia, por lo que podrías trabajar en base a uno semanal.

Inclusive, si notas la tierra todavía humedecida no hará falta que riegues hasta que ya esté más seca, aunque sea superficialmente. En verano estas condiciones son totalmente opuestas así que tendrás que administrar mayor cantidad de riegos, entre 2 o 3 por semana.

Evita mojar las hojas para reducir el riesgo de que la humedad atraiga agentes como los hongos.

¿Cuál es la mejor forma de regar la buganvilla?

La estrategia más apropiada es por medio del goteo si está en tierra o por medio de una regadera si la tienes en maceta.

La idea es orientar el agua a la base de la misma, es decir, a la raíz, para que estén hidratadas y sean ellas las que se encarguen de distribuir este líquido vital al resto de la estructura.

Las buganvillas que estén sembradas en macetas deben tener agujeros en la base para drenar el exceso de líquido y evitar pudriciones en la base.

¿Cómo detectamos exceso de agua en la buganvilla?

Los excesos de riego pueden manifestarse de diversas maneras en las plantas de buganvilla. Así tenemos:

1. La falta de floración en plantas que se encuentran dispuestas en interiores puede deberse a que los riegos van más rápido que la capacidad de la tierra para drenar el líquido y secarse. Es importante recordar que una planta en interior estará sometida a menos luz solar y, por ende, su evaporación será menor.
2. Cuando las hojas se vuelven amarillas también puede ser a propósito de un riego excesivo. En algunos casos se promueve el uso de platos de agua bajo las macetas para que las raíces obtengan el líquido que necesitan, pero si esta agua no se renueva con frecuencia, se estancará y afectará la salud de la buganvilla.
3. La planta se nota con un crecimiento desordenado y flácido. En este caso, los riegos tienen que ver pero principalmente porque la tierra no cuenta con una buena capacidad de drenaje. La solución sería un trasplantado y después ajustar los riegos como corresponda.

Con los cuidados apropiados, la buganvilla será capaz de producir flores hermosas durante mucho tiempo. No descuides el riego porque, así como para los seres humanos, el agua es vital para el desarrollo de las plantas.