La glicina es una planta trepadora capaz de emitir hermosas flores de color morado durante la época primaveral.
En general se trata de una especie muy poco exigente con los cuidados, pero que merece una poda eficaz para florecer con gran entusiasmo.
Por supuesto, no es una tarea que debas realizar sin planificación alguna sino que debes tomar en cuenta ciertos datos para lograr el éxito.
Si nunca antes habías podado una glicinia o quieres conocer los pasos más certeros para avanzar con seguridad, sigue leyendo este post porque te lo contamos todo.
¿Por qué podar una glicinia?
Las razones por las cuales se hace necesaria la poda de la glicinia son básicamente tres:
- Asegurar que la planta mantenga su forma y estructura, pues tiende a crecer mucho en solo un año de actividad.
- Reducir el posible impacto que puedan tener ciertas plagas o enfermedades sobre las partes de la planta.
- Mejorar considerablemente la cantidad y calidad de las floraciones.
¿Cuándo es mejor llevar a cabo la poda de glicinias?
Es una especie que se desarrolla con abundancia durante todo el año. Se recomienda hacer dos podas: una en verano y la otra en invierno.
La poda de verano tendrás que ejecutarla justo después que haya culminado el período de floración.
En el caso de la poda de invierno, el momento justo es a mediados de dicha temporada, ya que en los próximos días iniciará la producción de botones para florecer a inicios de la primavera.
¿Qué herramientas debemos utilizar al podar glicinias?
Para podar glicinas necesitarás de una tijera de jardinería de mano que será lo que más te ayudará a despejar las ramas sin causar inconvenientes.
En algunos casos, cuando las ramas tengan una contextura de madera dura y estén gruesas, puede ser útil apoyarse en una sierra de mano.
Ambas herramientas deben estar muy afiladas para asegurar cortes con precisión y que dejen heridas limpias. También es obligatorio que las pases por alcohol o jabón lavavajillas antes y después del trabajo para evitar que se propaguen enfermedades.
Como recursos extra para seguridad personal es un buen plan tener a mano un par de guantes y unas gafas protectoras.
¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta a la hora de podar glicinias?
La visualización previa de la glicina desde cierta distancia te dará una muy buena idea sobre los pasos a seguir al momento de la poda. Gracias a este sencillo truco será más fácil determinar las áreas que están con mayor abundancia y que necesitan trabajarse más.
Asimismo podrás establecer cuál es el resultado final que esperas obtener para que el trabajo de poda se oriente específicamente a eso.
¿Cómo podar las glicinias sin dañar la planta?
La poda de las glicinas puede responder a dos objetivos principales: la formación y el mantenimiento.
Poda de formación
La poda de formación es la que se ejecuta cuando la planta está joven y tienes la tarea de tutorarla para que crezca de acuerdo a tu planificación.
En este caso hace falta definir las ramas principales que serán las que se dejarán crecer más para que sirvan como guías.
Al momento de que alcancen el tamaño correcto, se ajustan a la superficie por donde se guiará y el resto de ramas se eliminan.
A partir de las ramas principales que se han sometido al tutor es que se formarán las nuevas ramificaciones y esto se consigue solo con despuntarlas.
Poda de mantenimiento
Es la poda que se realiza después que la planta ya está formada y ha iniciado sus ciclos de producción floral.
Esta será la poda que se aplica dos veces al año: una en verano y la otra a mediados de invierno.
La poda de verano tendrás que trabajarla en torno a las ramas nuevas que veas en la planta, contando hasta 5 nudos y cortando después.
Esta poda continúa después en invierno, donde esas mismas ramas se reducen a 3 nudos. Este proceso añadirá vigorosidad a esas ramas jóvenes para que crezcan con fuerza y sean capaces de producir mayor cantidad de flores.
Si la planta sobresale del espacio que le tengas asignado, tendrás que ir reduciendo la cantidad de ramas para que quede del tamaño que deseas. La glicina es muy adaptable en torno a esto y su sistema radicular se mantendrá del tamaño que sea orientado en la parte aérea.
En caso que la glicina presente ramas, flores u hojas marchitas o secas, es necesario retirar de inmediato, aunque no se corresponda con la fecha de poda.
Con estas instrucciones estarás más que preparado para hacerle un buen cariño a tu glicina y dejarla lista para la próxima floración. Recuerda que la poda no es el único cuidado que necesita para estar en perfectas condiciones, pero sí que es de los más relevantes y lo puedes implementar por ti mismo.
¡Hola!
Soy Arantxa Bellido y hace años que colaboro con Sembrar100. Soy graduada en Ingeniería Agroambiental (2014) por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agroambientales. También he cursado el Programa Oficial de Posgrado en Agrobiología Ambiental por la Universidad de Navarra.
