El ficus benjamina es una de las especies vegetales más conocidas de la familia de ficus y tenerla en casa significa cumplir con las responsabilidades que supone.
Gracias a que es muy amigable en torno a la necesidad de cuidados, tenerla en casa o en el jardín es un verdadero placer.
Eso sí, su rápido crecimiento exige prestarle mucha atención al tema de las podas, por lo que no se puede dejar de lado.
En todo caso, el ficus benjamina es de las que menos problemas dará en torno a este tema pero sí que podría alcanzar unos cuantos metros de altura si no se controla.
Si no sabes muy bien cómo actuar con tu ficus benjamina, en el siguiente texto te daremos todos los datos para que lo hagas como un experto.
¿Por qué podar el Ficus benjamina?
El ficus benjamina es una de las especies de ficus de menor tamaño pero que igual necesita de podas frecuentes para mantenerse limpia y ordenada. La idea es asegurar que mantenga una estructura cuidada y que sea consecuente con la forma que queremos darle.
Otra razón que motiva a llevar a cabo esta acción tiene que ver con el hecho de mantener la planta sin partes en mal estado. En ocasiones, el ficus benjamina se tiene en macetas en interiores, lo que obliga a prestar más atención a la poda para que no ocupe más espacio del asignado.
¿Cuándo es mejor llevar a cabo la poda del Ficus benjamina?
La poda de ficus benjamina es recomendable aplicarla durante el inicio de la primavera porque es el tiempo que mejor le presta para este cuidado.
En zonas donde no es frecuente sufrir de heladas y los inviernos más bien son suaves, podría aprovecharse el final del otoño para esta tarea.
Quizás existan momentos en que sea necesario realizar podas muy específicas en otros momentos del año, como cuando existen partes marchitas.
No obstante, aquí se trata de una condición muy puntual que no exigirá una poda muy drástica, por lo que la planta será capaz de tolerarla.
¿Qué herramientas debemos utilizar al podar el Ficus benjamina?
La poda del ficus podrás ejecutarla con las herramientas normales de uso de jardinería, como las tijeras de poda y la sierra de mano.
Asegura siempre que estén bien afiladas y desinfectadas para que los cortes sean más precisos y se reduzcan las posibilidades de que se alojen hongos o bacterias en las heridas.
¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta al podar el Ficus benjamina?
Las condiciones de tamaño de la planta influirán de manera directa en el tipo de poda que se tendrá que aplicar. Lo normal es que el ficus benjamina sea trabajado con algunas podas durante todo el año para evitar que alcance dimensiones exageradas.
Algunos especialistas en este tipo de plantas recomiendan unas 2 o 3 cada año. Por esta razón, hay que planificar muy bien el procedimiento a seguir para lograr que todo marche adecuadamente. Lo más usual es utilizar podas suaves en distintos momentos del año, enfocándose en una más fuerte a inicios de primavera.
¿Cómo podar el Ficus benjamina sin dañar el árbol?
La poda del ficus se ejecutará de forma apropiada siguiendo los pasos que se enlistan a continuación:
- Despeja la estructura de cualquier tipo de área que se presente en mal estado, como hojas marchitas, ramas secas o enfermas. Lo ideal es retirar estas desde la parte donde conecte con una rama sana intentando no afectar esta última.
- Las ramas que han quedado y que están sanas tendrás que podarlas cortando entre 3 y 5 centímetros de su longitud. De esta manera, controlarás el crecimiento y podrás mejorar la forma de la planta.
- Si el ficus se tiene con forma de bonsái, el proceso de poda tendrá que orientarse de una forma más compleja, pellizcando las ramas durante toda la temporada de primavera y verano. Esto ayudará a que crezcan mejor y se puedan ir ejecutando las podas adecuadas para lograr la característica forma. Además de eso, lograrás una estructura más hermosa porque el bonsái estará más tupido en su copa.
Lo mejor de tener un ficus benjamina bajo esta modalidad es que lucirá fresco y con ramas jóvenes todo el tiempo. Y esa es una condición ideal cuando se tiene en interiores porque cumple con una finalidad ornamental que a todos le encanta.
Tener un ficus benjamina en perfecta salud no se logrará solo con las podas porque también necesita de algunos otros cuidados. Sin embargo, la correcta implementación de este procedimiento traerá como consecuencia positiva una excelente estructura y lo librará de partes malas.
Eso sí, recuerda que tras las podas también hay que darles algo de mimo, por lo que programar una pronta fertilización le ayudará a recuperarse muy rápido.
