Las siembras de alcachofas son muy populares en España porque tienen las condiciones climáticas más ideales.
Aplicar los cuidados correctos será la vía más segura para obtener una cosecha extraordinaria.
El riego de la alcachofa supone un paso fundamental en todo este proceso porque será adaptable en función a la etapa en la que se encuentre el cultivo.
Ahora bien, ¿cómo se definen esas etapas, con qué frecuencia hay que regar y cuáles son los problemas asociados al riego? Todo eso lo veremos a continuación.
- Frecuencia de riego: a diario o cada dos días según las condiciones del cultivo en época de producción. Cuando no esté productiva, pueden aplicarse cada 4 días.
- Método de riego: por goteo de preferencia. También es posible aplicar la aspersión o el riego de manta en su defecto.
- Hora del día óptima para el riego: en las mañanas preferiblemente.
- Identificar exceso de agua: muy propensa a sufrir podredumbre de raíz.
- Identificar carencia de agua: alcachofas de mala calidad, defoliación, muerte de la planta porque no tolera sequías.
¿Qué necesidades de riego tiene la alcachofa?
La humedad en el sustrato es una condición que la alcachofa exige durante su etapa de crecimiento. Por esta razón, hay que aplicar riegos frecuentes. Esto quiere decir que los riegos no son cuidados que deben dejarse de lado o administrar según criterios propios, sino que deben responder a un esquema de trabajo.
Además de eso, hay que tener sumo cuidado con evitar los encharcamientos, por lo que el riego debe trabajarse como una dupla perfecta de frecuencia y cantidad de agua.
¿Cómo podemos detectar la falta de riego en la alcachofa?
Las alcachofas que no recibieron suficiente cantidad de agua durante el proceso de formación y crecimiento se verán perjudicadas en la calidad de sus frutos.
La defoliación también dirá presente y se empezará a manifestar desde las hojas más jóvenes hasta llegar a las más antiguas.
Si aún así el estrés hídrico no es revisado y atacado, la planta terminará por morir en un tiempo relativamente corto ya que no tolera la sequía. Cuando todavía es posible solventar esta situación, hay que aplicar un riego profundo y lento.
Esto permitirá que la tierra absorba el líquido poco a poco y que vaya alcanzando las raíces que son las que deberán hacer el trabajo de transporte. Los riegos que siguen a continuación deben conservar la misma estructura de riegos establecida para el tiempo de desarrollo de la planta.
¿Cada cuánto debemos regar la alcachofa?
La frecuencia de riego irá determinada por la etapa de cultivo en la que se encuentre la alcachofa. La época de crecimiento será la más exigente de todas, pudiendo establecerse un riego día a día o cada dos días según las condiciones del propio cultivo.
Sin embargo, esto no exime que en el propio momento de la siembra el terreno esté poco húmedo, pues un déficit podría perjudicar el arraigo del ejemplar. En épocas en que la planta no está en plena faena de productividad, los riegos podrían espaciarse a uno cada 4 días, aproximadamente.
¿Cuál es la mejor forma de regar la alcachofa?
La alcachofa acepta distintos métodos de riego, como el de manta, el de aspersión o el de goteo. Cada uno presenta beneficios para los cultivos que son aprovechables desde distintas ópticas.
Sin embargo, el riego por goteo es el que mejores características ofrece por varias razones:
- Ayuda a que el agua llegue directo al cultivo con más eficiencia que otros métodos.
- Cubre la totalidad del terreno en donde esté el sistema de instalación, pudiendo tener un alcance mejor.
- Evita la humedad sobre el follaje, las flores y los frutos, por lo que se reducen las posibilidades de aparición de hongos, así como el riesgo de quemaduras por acción del sol.
- Promueve un crecimiento más acelerado de los cultivos, sin que existan problemas a nivel estructural.
- Facilita implementar las fertilizaciones localizadas, reduciendo la pérdida que sí es frecuente en otras formas de riego aplicadas a la alcachofa.
¿Cómo detectamos exceso de agua en la alcachofa?
Permitir que el sustrato se seque un poco antes de volver a regar será la única solución. Para evitar estos problemas, los cultivadores profesionales de esta especie orientan hacer uso de medidores de humedad.
De esta manera, será mucho más fácil detectar cualquier déficit o exceso que se esté manifestando. Toma en cuenta igualmente que el agua con la que proporciones el riego tendrá un nivel de impacto, por ello escoge mejor las que son bajas en sales.
Con un buen sistema de riego de la alcachofa y el uso del resto de los cuidados, tu cosecha será digna de aplausos.
Referencias bibliográficas
- [PDF] Riego en el cultivo de alcachofa, R Marquez, C Balboltin – Boletin INIA-Instituto de Investigaciones …, 2018 – biblioteca.inia.cl
- RESPUESTA DEL CULTIVO DE ALCACHOFA MULTIPLICADA POR SEMILLA A DIFERENTES DOSIS DE RIEGO, C Baixauli, JM Aguilar, A Giner, I Nájera… – … DE RIEGOS. Valencia …, 2015 – riunet.upv.es
- Comparativo entre niveles de nitrógeno y frecuencias de aplicación en el rendimiento de alcachofa cv. Imperial Star, bajo riego por goteo, SP De la Torre Barboza – 2015 – repositorio.lamolina.edu.pe
- [LIBRO] El cultivo de la alcachofa: variedades de semilla, RG Ortega – 1999 – mapa.gob.es
