Las adormideras o amapolas reales son hermosas plantas con flor que pueden darle un color espectacular a tu jardín.
En todo el mundo, las adormideras son valoradas por muchas culturas y religiones por diferentes razones, algunas de ellas relacionadas con sus colores y atributos medicinales.
A lo largo de la historia, se han asociado con la mitología, la religión, la política y la medicina, lo que ha creado múltiples formas de simbolismo para la amapola.
Características de la adormidera
La adormidera es una planta herbácea que puede llegar a medir más de un metro de altura con grandes flores de hasta 15 cm de ancho. No sólo nos gustan a nosotros sus características flores rojas, sino también a las abejas.
Después de la Primera Guerra Mundial, las flores de amapola empezaron a crecer por todas partes. Esto se debe a que los campos eran estériles a consecuencia de la guerra, pero luego se enriquecieron con la cal de los escombros, proporcionando un suelo rico para que florecieran las amapolas.
¿Pueden ser las adormideras venenosas?
Es importante señalar que la mayoría de las flores de amapola son venenosas en cierto grado. Esta especie contiene compuestos alcaloides que son venenosos tanto para los humanos como para los animales domésticos. No hay que masticar ninguna parte de la planta.
Semillas de adormidera o amapola real en el jardín
Cultivar tus propias amapolas a partir de semillas es una forma fácil de añadir llamativas franjas de color a tu jardín, y un espectacular relleno para cualquier espacio no utilizado.
¿Y lo mejor?
Una vez plantadas, volverán a crecer año tras año, formando graciosos ramilletes con el tiempo.
Sigue nuestra sencilla guía sobre cómo plantar semillas de amapola y pronto tendrás un montón de estas distintivas y delicadas flores para alegrar tus arriates y bordes.
Si has comprado amapolas en un vivero local y te han decepcionado los resultados, prueba a plantarlas a partir de semillas. Nosotros he tenido más éxito plantando adormideras directamente en el jardín.
¿Qué variedad de adormidera hemos de sembrar?
Puedes elegir entre aproximadamente 120 variedades diferentes de amapolas, incluyendo flores anuales, bienales y perennes.
Hay una gran variedad de colores: siembra una mezcla de semillas de amapola para obtener un aspecto de jardín de flores silvestres más natural, o también puede optar por un solo color de adormidera.
Amapola de Flandes
La amapola de Flandes (papaver rhoeas) es la más sencilla de cultivar, y es más conocida como símbolo del recuerdo de los soldados que dieron su vida en la Primera Guerra Mundial.
Es una variedad anual, apta para las abejas, ideal para un jardín de flores silvestres.
Cultivo de adormideras para muchos años
Si deseas una planta a más largo plazo, las amapolas bienales y perennes son un complemento muy vivo para tu jardín o huerto. Las adormideras orientales tienen flores más grandes, mientras que las islandesas y japonesas vienen en tonos únicos como el malva y el dorado.
Plantar adormideras para la cocina
Si cultivas adormideras para uso culinario, la amapola del opio es una buena opción. Las semillas se pueden consumir y se utilizan para añadir sabor, crujido y mordacidad a los panes y pasteles.
Ten cuidado, ya que las semillas de muchas otras especies de amapolas no son comestibles. Además, no debes consumir ninguna otra parte de la planta de amapola: son venenosas.
¿Cuándo sembrar las adormideras?
Siembra las semillas de amapola directamente en tu jardín en primavera u otoño.
Si las siembras a principios de año, normalmente entre marzo y mayo, es lo mejor, pero tendrás que esperar hasta el verano siguiente para conseguir un floración como es debida.
Siembra entre finales de agosto y octubre para obtener más flores en la primera temporada.
¿Cómo regar las adormideras?
Riega las adormideras durante los periodos secos, pero no las sature en exceso.
Deshoja las flores marchitas de la amapola con frecuencia para fomentar más floraciones.
Si se dejan para sembrar, las amapolas se auto-siembran, así que evite la propagación no deseada eliminando las flores marchitas a tiempo.
¿Cómo cosechamos las vainas de adormidera?
Para cosechar las vainas de las semillas, córtalas cuando las vainas adquieran un color marrón claro y sécalas durante 1 ó 2 semanas antes de abrirlas y almacenarlas en un frasco durante un máximo de dos años.
Una vez que las amapolas anuales se hayan convertido en semillas, arranca las plantas madre y hazlas compostar.
En el caso de las bienales y perennes, recorta el follaje viejo hasta el nivel del suelo en otoño.
Divide los grupos de amapolas a finales del verano, cuando hayan terminado de florecer. Ten cuidado, ya que la separación temprana puede dañar las sensibles raíces de alrededor.
Plantar adormideras paso a paso
- Elige un lugar soleado y con buen drenaje.
- Quita las malas hierbas de la zona y rastrille hasta conseguir una capa fina.
- Vierte algunas semillas de amapola en la mano y espárzalas muy finamente por el suelo para crear zonas de aspecto natural.
- Deja que germinen entre 7 y 30 días, dependiendo de la variedad, el estado del suelo y las temperaturas de crecimiento. Mantén la tierra húmeda durante la germinación.
- Una vez que las plántulas sean lo suficientemente grandes como para manejarlas, sepáralas a unos 30 cm.
- Riega la zona con regularidad, especialmente durante los periodos de sequía. Ten cuidado de no excederte, ya que esto favorece el crecimiento rápido y las plantas con patas, o incluso la podredumbre.
- ¿Es demasiado tarde para empezar con las semillas? Puedes comprar variedades orientales como la amapola de raso como plantas maduras.
- Endurece en el exterior durante 2 ó 3 días, cuando haya pasado el riesgo de heladas, antes de plantarlas en un suelo fértil y bien drenado.
Trasplante de las adormideras
El trasplante es la mejor manera de evitar la superpoblación de nuevas adormideras o de trasladar tu adormidera perenne a un nuevo hogar.
Trasplanta las adormideras perennes a finales del verano, cuando ya no estén creciendo activamente.
Para empezar a trasplantar, riega el suelo alrededor de cada planta para ayudar a aflojar la tierra.
Excava con cuidado cada planta, asegurándote de dejar la mayor cantidad de tierra posible alrededor de los cepellones. En el caso de las amapolas perennes, ten cuidado con su larga raíz pivotante, cavando profundamente y levantando con cuidado.
Planta las amapolas con las coronas a ras del suelo en una zona bien drenada y riegue bien.
Es útil añadir mantillo para evitar que las plantas recién trasplantadas se sequen. También se puede utilizar una tela de sombra para protegerlas hasta que las plantas se hayan establecido lo suficientemente bien como para soportar el pleno sol.
Cuidados de las adormideras
Las adormideras anuales son fáciles de cuidar.
No es necesario entutorar ni deshojar las plantas; basta con dejarlas florecer y sembrar como parte de un espectáculo de flores silvestres.
Una vez que las flores se hayan desvanecido y las semillas se hayan liberado, arranca las plantas madre y colócalas en el montón de compost. Es una buena idea sacudir las plantas en el lugar antes de retirarlas, para liberar cualquier semilla.
Las adormideras orientales sostienen sus grandes flores sobre fuertes tallos peludos.
Es posible que necesiten un soporte para mantenerlas erguidas: colócalo sobre el montículo de follaje antes de que aparezcan los tallos de las flores.
Una flor de adormidera dura unos 10 días, pero las plantas tendrán un segundo brote de flores si se recortan. Es una buena idea evitar que las amapolas orientales echen semillas, ya que esto reducirá la cantidad de energía que tiene la planta para producir más flores.
Las amapolas del Himalaya también necesitan un tutorado y una poda.
Recorta las plantas hasta el nivel del suelo en otoño y cubre el suelo con compost, mantillo o virutas de corteza en otoño o primavera.
Soy Carolina. Cursé estudios de el Grado en Ingeniería Agrícola por la Universidad de La Rioja.
Desde siempre, me ha gustado redactar, editar y publicar información relacionada con el medio ambiente, la agricultura, la jardinería y el cultivo de frutas y hortalizas.
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Mi labor como editora jefe me lleva bastante trabajo, puesto que además de redactar, debo revisar y corregir fuentes bibliográficas, así como posibles erratas que podamos cometer.
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