Plagas y Enfermedades de la Coliflor: [Detección, Causas y Soluciones]

La coliflor es una hortaliza de muy buen sabor y propiedades ideales para la salud. Su consumo puede ser hecho en crudo o cocido.

En torno a la siembra, sus raíces suelen ser cortas, pero esto no impide que se trate de un cultivo que necesita mucho espacio para crecer.

Considerar las plagas y enfermedades que le pueden atacar es determinante para lograr buenas cosechas. Y la finalidad que buscamos en torno a este artículo es que conozcas los datos más precisos sobre el tema para que sepas cómo actuar, de ser necesario.

Orugas

Representa a una plaga frecuente en los cultivos de coliflor, la cual ataca de forma nociva cuando es una larva, no cuando se convierte en mariposa.

El punto focal se orienta a las hojas, las cuales aparecen llenas de agujeros que se producen a propósito del consumo de su estructura.

Estas mordeduras llevan a la planta a un debilitamiento evidente y, en algunos casos, es posible que las heridas se pudran. Existen distintos tipos de orugas que pueden causar daños a las plantas, algunas prefiriendo cualquier tipo de hoja, mientras otras se decantan por las más tiernas.

Por otro lado, la mayoría de las orugas atacan durante la noche, haciendo difícil de percibirlas. Por ello, se detectan es por los daños. Para hacerles frente, lo más recomendable es hacer uso de feromonas y también realizar instalaciones de focos de luz en donde se encuentren los cultivos.

Mildiu

Es una de las enfermedades más comunes que suele afectar al cultivo de la coliflor y que se genera en temporadas donde el frío y la humedad imperan.

Su acción va de forma directa a las hojas en las cuales se generan manchas que primero son de aspecto grasoso y luego pasan a ser marrones y marchitarse.

Esta condición es posible que se presente, tanto en plantas jóvenes como en aquellas que ya están desarrolladas, produciendo daños en cualquier etapa. Como las hojas se ven interrumpidas de su proceso normal de fotosíntesis, el desarrollo de la hortaliza puede verse severamente afectado.

Para evitar su aparición es indispensable utilizar plántulas que sean muy resistentes, así como avanzar con la aplicación de fungicidas de forma preventiva.

Mosca blanca

La mosca blanca genera dos tipos de daños sobre las hojas de la coliflor. El primero de ellos es por la succión que realiza de la savia de las mismas para alimentarse.

El segundo tiene que ver con la producción de la melaza, la cual no solo es vía de entrada para hongos, sino que también ensucia las hojas.

Se trata de una plaga que puede aparecer en temperaturas más bien bajas, lo cual es poco frecuente en la mayoría de las plagas donde la preferencia está en el calor. Encontrar a la mosca blanca sobre la planta será una tarea más o menos sencilla si verificamos el envés de las hojas, ya que se suelen ubicar ahí.

En todo caso, de existir un ataque, se pueden aprovechar los propios extractos vegetales (como el de ajo o el de ajenjo) para hacerles frente.

Pulgones

Los pulgones son plagas que se encuentran con mucha frecuencia en los cultivos de todo tipo y la coliflor no es la excepción.

Se cuentan de distintos tipos según la especie y esto permite que varíen en cuanto a las características físicas, sobre todo en lo que tiene que ver con colores.

Son áfidos minúsculos que no sobrepasan los 3 mm de longitud y la base de su alimentación está en plantas jóvenes. De estas plantas consumen los azúcares que encuentran dentro de la savia, la cual extraen a través de la succión.

En sus inicios, las larvas tienen la propiedad de consumir partes de las hojas, creando galerías dentro de estas. Después, al convertirse en adultos, extraen la savia y a su vez producen una melaza que atrae hormigas y que es campo abierto para asentarse la negrilla.

Lo normal es que ataquen de forma pronunciada durante determinado tiempo, pero en muy pocas ocasiones causan daños tan nocivos como para perder la plantación. A la hora de aplicar un tratamiento, lo más recomendable es aprovechar aceite de neem, jabón potásico o purin de ortiga.

Botritis

A la hora de hablar de enfermedades de la coliflor, la botritis es una determinante como producto de la acción de un hongo.

La misma se presenta ante condiciones de elevada humedad, atacando de forma dramática a las plantas, causándole pudrición al interior de las mismas.

Esta pudrición se genera en los tejidos, sobre todo los ubicados en el cuello y los tallos más jóvenes de la misma. Estos ataques se pueden evidenciar debido a que se genera la presencia de un polvillo color gris que corresponde al micelio del hongo.

Una de las causas principales que promueven su aparición tiene que ver con que la enfermedad se haya manifestado en cultivos anteriores en ese mismo suelo. Lo peor es que el tratamiento de la botritis es complejo y no en todos los casos se generan los resultados deseados.

En la actualidad, uno de los compuestos que está produciendo mejores expectativas es la iprodiona que es un polvo que se diluye antes de aplicar.

Polillas

Las polillas tienen distintas fases de vida que afectan de manera distinta a las plantas de coliflor según en la etapa en que estén.

La menos nociva es en la adultez, cuando se convierte en mariposa porque solo se dedica a visitar la planta para esconderse en las hojas durante las horas de sol.

Esto se debe a que su ritmo de vida es preferentemente nocturno. Sin embargo, detectar su presencia puede encender la alarma con respecto a la existencia de larvas que sí causan daños precisos y considerables en la coliflor. Las larvas, cuando recién salen del huevo, operan consumiendo el tejido foliar.

Pero a medida que van creciendo se van consumiendo los brotes y las inflorescencias también. Es una plaga posible de controlar desde sus inicios gracias al uso de feromonas, así como productos de índole biológico y químico.

Disfrutar de coliflores sanos y sabrosos será posible en la misma medida en que los cultivos estén en las mejores condiciones.